El tejido alveolar de Claralys ofrece una importante mejora tecnológica con respecto al tejido rígido de los filtros genéricos.

Los filtros Claralys captan más partículas, más rápido. El tejido filtrante de los cartuchos estándar consiste en una maraña aleatoria de fibras, prensadas y fusionadas para formar una malla resistente pero irregular. Algunas zonas forman un tamiz denso, que retiene las partículas finas a costa de reducir el flujo de agua, mientras que las zonas vecinas ofrecen una resistencia mínima al flujo de agua, pero no retienen tan bien la suciedad. Esto significa que la mayor parte del agua fluye por las zonas del tejido que ofrecen la filtración más deficiente. El tejido uniforme de Claralys optimiza la filtración al utilizar toda superficie del filtro, al tiempo que mantiene un caudal elevado.

¿Captar la suciedad? Sí, pero no solo eso. A menudo pensamos que la única función de un filtro es retener la suciedad para evitar que circule por el spa. No obstante, lo cierto es que esa es solo una de sus funciones. Un filtro eficaz debe atrapar la suciedad, pero también liberarla eficazmente al aclararlo. De lo contrario, tendrá una vida útil muy corta. Los filtros estándar, con su malla rígida de fibras, atrapan la suciedad y resultan difíciles de limpiar. El tejido filtrante de Claralys más grueso, con enlaces puntuales (point bonding) entre las capas, permite que las fibras se muevan y se separen ligeramente al aclararlo, lo que favorece que se elimine la suciedad con mayor facilidad. Al reducir la acumulación de suciedad en la malla, los filtros duran más y el spa se mantiene más limpio.